«hincando los ojos de·la piedad entrañable en aquellas llagas de tan gran compassion: considera aquel cuerpo tan tierno, jnnocente, quito de toda manzilla, quan sacrilegamente esta laçerado: y mira si hay dolor que se yguale con su dolor: y quantoquier que no ignores quan infinitos bienes haya trahido al mundo aquella passion sacratissima: te suplico si en ti quedan algunas reliquias de piedad, si algunas de caridad, si algunas de»