«que no ignores quan infinitos bienes haya trahido al mundo aquella passion sacratissima: te suplico si en ti quedan algunas reliquias de piedad, si algunas de caridad, si algunas de compassion: te plega con afecion derramar lagrimas, y gemiendo dezir. Inclina tus ramos, o arbol mas que celeste: porque pueda abraçar y adorar los miembros que en ti se estendieron por mi. Inclina señor tu copiosa misericordia para remediar mis dolores.»