«dia se conuirtieron tres mil, y en otro dia .v. mil. y no hay que dudar: ca el misericordioso señor, demostrando tan gran mansedumbre en·las propias injurias, tanta pasciencia en·los tormentos: tan marauillosa benignidad con·los que le crucificaron: muy conoscidamente declaro ser fijo del padre a quien oraua, quando queria sanar los dolientes, y resuscitaua los muertos. Deprendamos por·ende muy dulçes hermanos de confessar para siempre, que»