«en·la cruz, remitir sus injurias: y oluidando el dolor de tan excessiua passion perdonar a·los homicidas? Tenemos delante el espejo de·la virtud: esta abierto el camino de·la saluacion: la puerta de perdon se nos offrece: y la malicia de·los hombres no se auerguença de desuiar se. Perdona pues, o hombre, haue misericordia y remite: ca assi conuiene a·la propia salud: la qual obro tu dios»