«meneando las cabeças, por escarnio le dezian: quasi insultando: tu que destruyes el templo de Dios, y en tres dias le rehedificas de nueuo: salua ahora a ti mesmo. Si hijo eres de Dios, como blasonauas: desciende ahora por tu propia virtud de·la cruz. Segundamente le escarnecieron los principes de·los sacerdotes y los escriuanos con·los ancianos del pueblo diziendo. Hizo a muchos otros saluos, segun sus palabras: y»