«ecce filius tuus: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Stando pues el glorioso Jesu tan penado y maltratado en·la cruz, hauiendo començado ya de derramar tan abundantissimamente los tesoros de su infinita clemencia y misericordia, con·los que la ignorancia piadosamente podia escusar, y con·el ladron. Viendo estar a su bendita madre tan sin consuelo y reparo, llorando cabe»