«carne ofreciendo sus pregarias, con muy esforçado clamor y lagrimas fue exaudecido por su reuerencia. E encomendando tan caritatiuamente en manos del padre su spiritu: no porque le fuesse assi necessario, segun Ludolfo: mas por instruyr y dexar nos enxemplo: inclinando la cabeça: offrecio voluntariamente su alma. Onde el glorioso Augustino. Quien quandoquiere tan voluntariamente duerme: como murio el glorioso Jesu: quando quiso? Quien quandoquiere se desnuda tan voluntariamente la capa:»