«desformado y sin especie de hermosura, aquel que sobre todos los fijos de·los hombres era fermoso: conuida tus ojos para que distillen fuentes de lagrimas abundosas: y tu sentido para que no cesse de marauillar·se de aquel eclipsi tan tenebroso, de·la lumbre de·los graciosissimos ojos de su diuina persona. y pon ley a tu lengua para que pregone las excellencias y marauillas de su passion sacratissima, diziendo»