«lleno de todas las gracias: quien te priuo del respirar de·la vida? O manos consagradas y sobrecelestes: que con solo tocar sanauades los dolientes: y no rehusauades de piadosamente contractar los leprosos: quien vos crucifico tan cruelmente y despiadada? O pies marauillosos, de passos tan sanctos y rectos, que con·el andar tan lleno de caridad: dexastes para los por venir señales tan virtuosos: quien embargo tan rigorosamente vuestro camino?»