«de nuestra regeneracion: como lo escriue Ezechias. Derramare sobre vosotros agua muy limpia: y sereys alimpiados de todas vuestras manzillas y iniquidades. E de aquesta llaga dezia el glorioso Augustino en su libro de·la Contemplacion de nuestro redemptor y maestro. llagado ha sido nuestro maestro Jesu por nuestros pecados: por cierto muy firme y seguro reposo hallaron en sus llagas los peccadores. de mi digo, que por ellas veo sus»