«sacratissimo cuerpo, y sepultar lo en·lo interior de mis entrañas y alma: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto viues etcetera.§ Estando la manzillada madre del saluador llorando, y contemplando el cuerpo reuerendissimo de su fijo precioso: el qual hauia quatro horas dende hora nona hasta hora de viesperas que estaua muerto: no podiendo ni osando con·el amado discipulo, y con la Madalena, llegar a el por»