«en·la muerte del redemptor, ni en·los actos scelerados, ni consejos sacrilegos de·los judios: esforçado ya y confirmado por virtud de·la sangre derramada del glorioso Jhesu, pospuesto todo temor: le pidio con audacia muy desembuelta el cuerpo precioso de su maestro, para la sepultura. Lo qual muy liberalmente le otorgo Pilato: teniendo respecto a·la nobleza antiga de su prosapia: y porque tenia muy conoscida la innocencia de»