«que pudieron socorrer en·la muerte a sus fijos: y mucho mas bienauenturadas las que no los vieron morir: y no como yo triste: que empues de ver el mio en manos de sus enemigos, maltratado, açotado, crucificado: nunca en su muerte pude socorrer a su set: y en fin viendo le morir: no tuue donde pudiesse reclinar la cabeça. Recibio·lo pues la manzillada y desconsolada señora en sus manos:»