«los pobres de Cristo desnudos y muertos de hambre. O bienauenturado Lorenço, quan bien despendistes vos los thesoros de·la yglesia de Dios: quan pocos halcones y galgos tuuistes en·ella, quan pocos chamelotes y frenos dorados consentistes en·la chancilleria romana: sabiendo que todo era del crucifixo desnudo, todo lo repartiste en sus pobres desnudos. O quan vestido y dorado pareceres vos ante el conspecto diuino, quando dares las cuentas»