«glorioso Jesu, y quantos se hallarian hoy, que tienen mas exquisita diligencia, en esculpir en·las sepulturas ymagines de alabastro: y arrear las de oro y de azul, y releuar las en preciosas columpnas de marmol, ante que en subuenir los pobres desnudos y hambrientos de Christo, ni en remediar los hospitales para donde se recojan y habiten, y puedan recebir sepultura? O quantos ecclesiasticos se hallarian con tan sobradas rentas»