«adreçar le nueuo sepulcro: conuiene saber, que nuestros coraçones sean renouados por limpieza y por gracia: y ante de llegar a recebir tan sanctissimo sacramento, sean purgados de toda manzilla y vejez de pecado: y assentar lo hemos entonces en monumento de piedra, pues tengamos en nuestros pensamientos, firmeza de sanctos propositos, y constancia de fe, sobre la qual es edificada y firmada la yglesia santa catholica. y por guarda muy»