«y puesta luego por obra la embaxada solempne del papa embio para Roma dos grandes y muy nobles de sus caualleros: a don Guillen de Castelnou y don Ximeon de Vrrea. Fueron magnificamente recebidos en·la corte del santo padre: presentaron sus cartas explicaron su creençia: suplicaron al papa que le pluguiesse a su sanctidad mandar socorrer al catholico principe el rey don Pedro su señor que por acreçentar el seruicio de Christo y tender mucho mas la verdad de·la»