«dolencia muy graue y no fallando remedio alguno fue la Veronica en Roma leuada sabida la grande reliquia suya: donde veniendo luego que Tiberio toco el vulto y faz preciosa fue libre y sano de sus dolores: a cuya causa la santa matrona houo gran fauor y conuerso con los apostoles Pedro y Paulo mientra que viuieron: y duro fasta el tiempo del sancto padre Clemente a quien dexo por testamento el santo vulto: que por nuestro»