«verdad y iusta querella que tomamos no podemos tanto enprender: quanto de razon deuemos: no podemos tanto esperar: que mas cumplir Dios no quiera. Pensays que poco me haueys obligado en fazer me cabeça de tan nobles caualleros? Ahun que quisiesse dissimular no puedo lo que siento en vuestros altos desseos: lo que me offreçen vuestras valientes y esforçadas diestras que me conuidan y llaman a famosas enpresas: ni consiente buen juyzio ni razon»