«ya el campo lleno de cuerpos despedaçados y muertos: y por mas que los nuestros esforçassen no los podian sacar ahun del campo: fasta que a·la postre reclamando el catholico rey a Dios nuestro señor: aparecio vn cauallero grande vestido de armas blancas y resplandecientes con paramentos plateados y la cruz colorada por medio y la cota de armas de·las mismas colores y forma: que daua tan sobrados golpes y feridas tan grandes que derribaua»