«cuenta que por vuestra se tiene que vuestra es: y vos principalmente señor la ganastes la conseruays y podeys mandar. Dexemos essas cortesias dixo el rey que vuestra virtud me obligo a que mirasse por tan noble y valeroso cauallero: esta ciudad como vuestra espada la gano assi vuestra espada la pudiera defender sin la mia: mas houe de cumplir con mi mismo. Passadas estas gentilezas llego a·la postre la gran flota de africanos:»