«las tristes señales que de vençedor de grandes caudillos moros aquella real seña deuiera ser. Pues en poniendo las manos a las espadas el magnanimo rey don Pedro y el valiente Çyd vierades mas señales de spanto que bien pareçian caualleros reales y de esfuerço desigual y sobrado: que tantos derribauan tan graue matança en los moros fazian que todos fuyan de·la presencia del rey y del Çyd: llegaron a·la postre a·los reyes moros donde»