«a su primogenito el infante don Pedro a quien de juro pertenecia passauan tan adelante que todo lo empeçian mando ge·la restituyr el padre: partio·se luego el infante y fue se a remediar aquel daño. Fuyeron los caualleros que suffrir no podieron no digo la bienauenturada presencia del siempre venturoso principe don Jayme que ya no assomaua mas ni la de·la ymagen real y biua de aquel que el primogenito era: fuyeron y no pararon»