«llamaron de Heredia: y como siempre el peccado tiene angustiada la negra consçiencia y puesta en recelos y temores sobrados: tomo le tan gran miedo en ver se de·los enemigos assi çercado: que sin esperar lo que cauallero esforçado deue mirar: sin le asaz apretar ni poner en afruenta comiença a escuchar partidos: y a consejo de algunos couardes y de flacos coraçones que le dieron a entender que pues el rey con l·armada»