«oyr·las, y havn no sabria dizir·las puesto que las començasse, porque su cuytada miseria querria que mj memoria oluidase, y estas gentes estando asi en tanta confusion por muchas vezes el rey de Persia con grandes caualleros de aquellas yslas y tierras fueron a suplicar a los amantes muertos al dios de amor perdonassen, y de su tribulacion y pena que todos ellos tenian se doliesen, porque su señor muerto ellos mas muertos quedarian»