«dexa me ya de tu raposa e fabla de otra cosa. E como llegassen ya a·la tarde al grand rio: dixo el escudero. Ya pienso que sea este el rio de que auemos fablado. El cauallero dixo que es verdad que aquel es el rio de grandes marauillas. El escudero con grand miedo e lleno de verguença dixo assi. Señor yo me confiesso a·ti la mentira que dixe cerca de·la raposa»