«habitaciones de·los hombres llenas de iniquidades: en medio d·ellos es la princesa suya soberuia han se cobierto de impiedad: son ya passados entre los desseos de su corazon: dezir se puede que dias y noches haya cercado nuestra ciudad mucha malicia. Es el trabajo en meatad de nosotros puesto con muy poca iusticia: no fallescera de nuestras plaças vsura y engaño. Y començando de·los varones y capellanes de·la yglesia con mano»