«les tuue companyia: y al fin que la preciosa mesa fue alçada Pamphilo tomando me por la mano a huna secreta camara suya se retrayo: donde de mi venida me pregunta. El qual puede quien me huye ser cierto que iamas vna palabra de tan gentil pareçer no nacio: que cierto las ansias de Fiometa con las gracias de Pamphilo tenian muy legitimas causas a sus desseos: y de que algun tanto alexadas nuestras palabras de»