«lo qujero dezir. La donzella mjrando la madrjna en la cara le parecio ver vesiblemente todo el desauenturado caso d·aquellas. E como alterada le dixo: Dios me defienda senyora madrina de tan malaventurada y desastrada ventura que cierto a·mj no me plaze por ninguna forma matar nj morir: que sto me pareçe como aquel qu·escupe al çielo que se buelbe todo lo que lança para el. § La donzella muy pensatiua quedaua en·los»