«Hieremias. El señor bramara dende lo alto e de su morada e aposentamiento dara su voz: e llegara su sonido e estruendo fasta los extremos de·la tierra. Ca nuestro señor terna juhizio con las gentes. Por cierto entonce la voz del señor sera en virtud: la voz del señor sera en grandeza e magnificencia: la voz del señor quebrantara los cedros. Ca entonces quebrara los cedros del monte Libano: conuiene saber a·»