«pluuia en los muy altos y soberuiosos mares: es asi ni mas ni menos como aquell que recibe la palomilla que en la lumbre del candil viene a·morir sin mas victoria que se le sigua por ello. Por cierto mira que digo que si miras en el gualardon que el recebidor de tus seruicios te da tu grande fe y desconocimiento suyo sin que otros yerros cometieras te deuieran matar: y ell ya aqui en tu presencia»