«los muertos deuen ser aquellos de·los quales se presume l·alma, y el cuerpo, e la vida, y la fama juntamiente pereçen. Ha contecido ninguno d·estos dos casos en la muerte de aqueste. Por cierto no. Antes aquella virtuosa via que viujendo segujo, le contecio moriendo. Si que la propia patria, la qual pocho antes amjnistrando la virtut de justicia hauia en paz segurada queriendo encara por anjmositat deffender enuadio»