«que cada vn año para el mantenimiento de·los pobres religiosos les embiaua dozientas y quarenta onças de oro: y esto afuera de otros beneficios mayores que fazia de continuo a·los de aquella orden: que ahun los de Çistel mucho menos los mendigantes no luzian: ca les fundo en sus reynos muchos monesterios y reformo en·la España toda quasi la orden monachal: y desperto el feruor y deuocion de·los religiosos que estaua como perdido»