«ley aguardan el parayso con aquella huerta de los deleytes donde atrauiessan los quatro rios: ende touiendo por siempre moradas seran guardadas entre la sombra de su arboleda: no çuffriran algun trabajo de calor ni frio empero tienen de comer viandas y frutas diuersas de todo linaje: todo aquello que dessearen sus voluntades le fallaran luego delante. Vestiran sedas de varios colores y dormiran entre los deleytes. Andaran en medio por seruidores angeles del cielo y»