«ni menos le podia seruir como capitan: la reyna como reconocia tener le cargo d·ello y deuer le el sueldo respondio le graciosamente: que por entonce no podia mas que esperasse que muy en breue ella daria forma como el fuesse socorrido: que razon grande era que pues en su seruicio hauia perdido la gente que fuesse por ella ayudado: quanto mas de aquello que tenia y tan bien seruido y de sueldo tan bien ganado»