«seguiessen que cauallos y caualleros venian tan cansados estauan tan amortiguados del sueño del enojo y fatiga y vehian se tan pocos: y los moros por·la contra eran tantos que a vn golpe que dauan recibian ciento: y comoquier que los buenos siempre pelean como buenos: nunca por cansancio ni enojo dexauan de fazer lo deuido: pudo bien ser que por entonce los menos eran tales: que quando la priessa es tan sobrada y tal»