«infierno. El aldeano oyendo todo esto fazia que dormia: mas los cibdadanos queriendo acabar su engaƱo: despertaron lo: e el rustico arteramente como espantado respondio. Quales son estos que me llaman? Ellos le dizen tus compaƱeros somos. El les pregunta: como vos boluistes? Responden: nunca nos partimos de aqui: como fablas de nuestra tornada? Dixo el rustico: parescio me que dos angeles abriendo las puertas del cielo:»