«ay vos queda que busqueys despues otro arbitro. Respondieron que ellos eran contentos. E dende la raposa comiença fablar primero con·el labrador: al qual dize: tu me daras vn par de gallinas para mi e mi compañero: e yo fare que tus bueys sean seguros: e tu quedes saluo del prometimiento. E como el labrador consentiesse esto: dixo al lobo a·su parte: oye me amigo: por que yo soy»