«tal presteza en el atauio de sus personas que en poco espacio los despoblados campos muy floridos de·las luzidas armas resplandescen. O ! quan menester se me haze memoria estilo y gracia para contar esto que el seso no conprende y mucho ruego a quyen liere que de suyo entienda lo que d·escreuir se dexa, mas yo no como quyen recuenta aver oydo mas como quyen vido lo que dize quanto la eloquencia me ayudare segund el»