«mal que tu as, ca si non lo ovieses tu non estarias aqui, esto es al seruiçio de Dios, por la qual cosa seas çierto que Dios non enbia ninguna cosa sin ocasion, mas las personas non conosçen a Dios en que manera lo promete, enpero, del mal el dexa avenir lo menos, e continente, dicho esto, el angel le desaparesçio delante, e el ermitaño se ando a la su çelda»