«de señorear las tierras ajenas. Nasce tal daño de mouer guerras y grandes batallas del mouimiento inrazonable de alguna ira del mucho desseo de·la vanagloria o del ardor de·las possessiones terrestres y baxas: y todo ello bien conocido es mal seguro y peligroso. Empero qualquiera buen cauallero que toma las armas contra los infieles va muy seguro pues al seruicio de Jesu nuestro redentor offrece ya su trabajo: porque matando no peca mas gana:»