«confusos y tristes quedaron no supieron que remedio se dar porque contra tantas gentes forçar no pudian, mas la grand necessidat y tristeza en que eran venidos les hizo buscar fauor y remedio a sus vidas, y entre los conseios muchos que en este caso ovieron acordaron de scriuir a todas las partes del mundo cartas de llamamyento a los amantes biuos y el rey de Persia con cada vna d·ellas, enbaxadores de grand auctoridad a todos»