«quedand·os llorando la voluntad, como las noches velays sospirando matand·os a vos mesmas cargand·os las culpas de vuestro enpacho, y oras os vienen que con ayradas manos mesays a verguença las canas de su veieç e consejos, y estays llorando la estima de vuestra juuentud que en anyos y dias tan tristes sin conoscer mj mal se paso, yo muchas vezes en las alturas de mis cielos de conpasion vuestra me dolia, y»