«se la maldicion como ropa: e entro en sus partes de·dentro como agua, e como azeyte en sus huessos: e sera le fecho como vestidura con que se cubre: e como cinta, con que de continuo se cinye. O qual sera aquel vestido, de filos de penas tan diuersas tan fuertemente e rezia texido: el qual jamas se rasgara: ni el dexara: ca sera atado al peccador con las cuerdas»