«tenga qualquiera de·los peregrinos muy indubitada fe verdadera de buen cristiano en su coraçon que de otra suerte seria venido del todo en vano. § La regla tercera es que la consciencia tenga muy limpia y con verdadera y gran contricion se arrepienta de sus pecados con voluntad y buen propuesto de se guardar para delante. § La quarta regla es que qualquiera con todas sus fuerças haya deuocion de bien visitar estas andadas y romeage de·los muy sagrados»