«que es acostunbrado de dezir palabras d·escarnio, no se puede castigar de su vida; qu·el Apostol dize: vuestra palabra sea todos dias digna de sal de graçia, en tal manera, como vos sepays como conviene a cada vno responder. Despues guarda que no digas escuras palabras, mas entendientes, que la ley dize: no ha ninguna diferençia de dezir o de callar o de responder escuramente, sy aquel que demanda»