«primeramente la propia consciencia: que reprehendera al peccador no en secreto: como agora: mas delante de todos entonces abiertamente. Onde dize Daniel a .vij. capitulos. El juhizio se assento: e los libros se abrieron. Conuiene saber la sentencia de·la vida: o de·la muerte: de·la gloria: o de·la confusion: de·la salud perpetua: o de·la condenacion para siempre. Esso·mismo a .xx. capitulos del»