«las gentes. Por cierto entonce la voz del señor sera en virtud: la voz del señor sera en grandeza e magnificencia: la voz del señor quebrantara los cedros. Ca entonces quebrara los cedros del monte Libano: conuiene saber a·los soberuiosos e presumptuosos sus speciales enemigos: los quales luego que fueren honrados e enxalçados, como los cedros: desfalleceran como fumo, quando fueren humillados por Dios: e abaxados en·este juhizio:»