«seruir de coperos etcetera los angeles sanctos en el paradiso a·los que siguieren su ley maldita. Quien tal desuario no tiene a burla que aquella inmensa bienauenturança del choro angelico la qual en oydos ni ojos cupo ni alcanço coraçon humano fuesse de perder ni la dexassen porque adreçen aca grandes lechos a tristes vsos: y su excellencia tan alta de gloria trocassen o diessen por alcançar baxa seruidumbre de cozineros: sin comparacion es mas vil seruicio»