«que me fizo otro tanto tu padre. E respondio el cordero: yo en·ese tienpo avn non era nascido. De cabo dixo le el lobo: porque me has destruydo mi canpo pasciendo me lo. Dixo el cordero: por cierto avn non tengo dientes para pascer: e assi non te he fecho danpño alguno. Finalmente dixo le el lobo: avn que non pueda soltar tus argumentos: empero yo te entiendo cenar:»